Suele decirse que “segundas partes nunca fueron buenas”, pero los vecinos de El Cañaveral se han puesto ya manos a la obra para desmentir esta creencia popular y han vuelto a decorar ellos mismos el barrio para disfrutar al máximo de sus segunda Navidad en sus hogares. ¿Cómo? Pues organizando de nuevo un taller de adornos para los más pequeños con el que, sin lugar a dudas, también los más mayores se lo pasaron en grande.
Veteranos y nuevos fichajes
La llegada de nuevos vecinos a lo largo de todo el año 2017 ha favorecido que, como era de esperar, se hayan incorporado nuevos participantes a estos talleres tan especiales. Marimar es una de las veteranas que ya colaboró en la edición del año pasado y, según comenta, “es una experiencia muy gratificante porque nos ayuda a conocernos un poco más”.
No en vano, desde su punto de vista, “lo importante es participar y aportar cada uno su granito de arena para que, entre todos, hagamos una montaña… ¡y más!”. Una idea que apoya otra de las vecinas veteranas, que también se llama María del Mar:
“La experiencia me parece genial y muy entretenida para niños y adultos porque, al no tener nada a nuestro alrededor, es una manera de tener entretenidos a los más peques”.
Ella es, además, toda una pionera en Vicálvaro, porque llegó a El Cañaveral desde otro barrio del distrito que también vio crecer casi desde el principio. “Después de unos años, teníamos todo alrededor”, explica con la confianza de que, en poco tiempo, su nuevo vecindario empezará a tener todas las dotaciones y servicios de los que aún no dispone.
Segundo sábado entre pinturas y purpurina
En cualquier caso, todos coinciden en que, entre pinturas y purpurina, la tarde del sábado fue realmente especial. Tanto que, al igual que ocurrió el año pasado, han decidido organizar una segunda sesión de manualidades navideñas este sábado para todos aquellos que quieran participar. Y es que, según dicen entre risas:
“¡Aún nos quedan muchas cosas por decorar!”
De lo que no cabe la menor duda es que, en El Cañaveral, ya empieza a sentirse la Navidad.