Risas, nervios y, sobre todo, mucha ilusión. Este cúmulo de emociones es solo una pequeña parte de las que están viviendo desde hace unos días en una notaría de Getafe, en el momento en el que los nuevos vecinos de la segunda fase de Puerta de San Fernando reciben las llaves de sus viviendas en El Cañaveral.
Para toda la vida
“Esto no es como comprarse un coche, es algo que tienes que pensar porque es para toda la vida”, comenta Orlando mientras firma la documentación de su nuevo hogar en El Cañaveral, “pero estoy muy feliz”.
Él llega al barrio desde la vivienda que tiene alquilada en Hortaleza, y reconoce que supo de la promoción tras hacer una búsqueda exhaustiva en internet. Pero lo que finalmente le hizo decidirse por Puerta de San Fernando es la buena relación calidad-precio que ofrece. “Es la única zona de Madrid que ofrece algo así”, afirma.
Además, desde su punto de vista:
“La evolución que ha experimentado El Cañaveral en los últimos meses es un indicador muy significativo de cómo va creciendo”
Y, precisamente por ello, comenta ilusionado que no va a retrasar la mudanza:
“Lo tengo ya todo preparado y, como mucho, en un par de semanas estaré ya viviendo allí”
Sin prisa pero sin pausa
Por su parte, la joven pareja que conforman Bárbara y Miguel Ángel afrontan el traslado a esta segunda fase con un poco más de calma. “Yo vivo aún con mis padres y prefiero ir poco a poco”, explica Bárbara. En su caso, quien fue haciendo el seguimiento de cómo avanzaba El Cañaveral fue Miguel Ángel, vecino de Coslada. Y, en diciembre, finalmente se decidieron a comprar su vivienda.
Ambos coinciden en afirmar que “aún queda mucho por hacer en el barrio”, pero reconocen que es un aliciente saber que ya hay un buen número de familias viviendo en la zona y que han conseguido logros importantes como la llegada del autobús.
Para ellos, un equipamiento importante sería la creación de un centro de salud, porque “de momento la escuela no nos hace tanta falta”, dicen entre risas, pero matizando que también la consideran muy necesaria.
Aunque, más allá de las mejoras que irán llegando al barrio, Orlando, Bárbara, Miguel Ángel y los nuevos vecinos que durante estos días están firmando las escrituras de sus viviendas son el mejor ejemplo de que El Cañaveral sigue hacia adelante.