Casi 150 familias están más cerca de poder pisar su hogar en El Cañaveral. Su andadura hasta aquí no ha sido fácil. Muchos de ellos se implicaron en el proyecto desde sus inicios y en el camino se encontraron con trabas que no esperaban. Algunos tuvieron que abandonar, otros han seguido luchando durante años para conseguir el hogar de sus sueños.
Sergio y José Ángel (miembros de la Cooperativa Puerta de San Fernando) son dos de estos luchadores que han querido compartir con nosotros su emoción al ver que su hogar en El Cañaveral es ya casi una realidad. Orgullosos de lo que han conseguido nos reciben en su urbanización y en un piso muy similar al que será el suyo.
Al no haberse recepcionado el barrio, no tienen todavía la licencia de primera ocupación y por ello no pueden abrirnos su casa sino el piso piloto del grupo Fogesa que cuenta con los mismos acabados: “Hemos hecho nuestros pisos a medida. Nosotros nos hemos metido mucho en las decisiones y nos hemos peleado con los arquitectos para conseguir lo que queríamos”.
Su objetivo era conseguir “viviendas para vivir bien” y, afirman, lo han conseguido. Sus casas son de protección oficial pero el precio está incluso por debajo del módulo y con acabados como el suelo radiante, del que se muestran orgullosos.
Lo que quieren ahora es poder disfrutar por fin del hogar que han luchado por crear. En muchas ocasiones son los propios cooperativistas los que han movido cielo y tierra para conseguir agilizar los trámites. Y es que la necesidad de que se abra el barrio va más allá, ya que tienen que seguir pagando los intereses del préstamo promotor (90.000 euros cada mes para el conjunto de los cooperativistas) hasta que puedan subrogarse sus hipotecas. Para ello necesitan tener la licencia de primera ocupación (cosa que no podrán obtener hasta que no se recepcione el barrio).
Sin embargo hay esperanza y parece que buenas noticias. La llegada de los primeros habitantes está cada vez más cerca. “Es inminente” confirmaba en la jornada de puertas abiertas el Concejal Presidente del distrito de Vicálvaro, Carlos Sánchez Mato. Este día decenas de vecinos, en su mayoría familias jóvenes, pudieron ver de cerca las que pronto serán sus casas.
A día de hoy, y a pesar de todas las trabas que se han encontrado en el camino, el sentimiento que les embarga es el de la ilusión, no sólo por poder estar cerca de la que en breve será su nueva casa, sino porque ven que todo el esfuerzo que han hecho está empezando a dar sus frutos.
¿Se sabe cuando van a recepcionar el barrio?