Suele decirse que para avanzar firmemente hacia el futuro hay que conocer bien el pasado. Y, teniendo en cuenta que El Cañaveral es el barrio de más reciente construcción del madrileño distrito de Vicálvaro, parece imprescindible echar la vista atrás y buscar los orígenes de este antiguo pueblo de las afueras de la capital.
Por ello, en El Cañaveral Noticias hemos acudido a la Asociación Vicus Albus, que lleva más de 30 años investigando y recopilando todo tipo de datos y objetos relacionados con la historia de Vicálvaro.
De investigación universitaria a Vicus Albus
Todo surgió cuando, allá por 1982, dos estudiantes de Magisterio acudieron a Valentín González –presidente de la asociación que, por entonces, trabajaba en el Ayuntamiento de Madrid-, para que les ayudara con un trabajo universitario sobre el distrito. Cuando lo terminaron, Valentín tuvo claro que la investigación “no podía acabar ahí” y decidió poner en marcha Vicus Albus que, finalmente, se constituyó como asociación en 1986.
El primer paso, como no podía ser de otra forma, era encontrar el nombre adecuado. Aunque, en su caso, lo tenían claro. Solo había que elegir entre cualquiera de las dos hipótesis sobre las que se basa el topónimo de Vicálvaro: Vicus Alvar, “Lugar o casa de Alvar”, en referencia a alguna familia con ese apellido; o Vicus Albus, “Lugar blanco”, por las canteras de yeso que se explotaban en la zona.
Colaboración ciudadana
Y, a partir de entonces, se dedicaron a buscar, recopilar, clasificar y ordenar, por ejemplo, más de 100.000 fotos, más de 2.000 noticias digitalizadas y más de 350 objetos relacionados con la historia de Vicálvaro –que actualmente se exhiben en el Museo de Vicálvaro, inaugurado el pasado mes de mayo-.
El “secreto” para haber conseguido juntar un archivo de semejantes dimensiones es, además de haber trabajado mucho sobre ello, y según especifica Valentín,
“Muchos de nuestros fondos nos los han traído vecinos de aquí, de siempre, que han ido encontrando cosas por casa”
Y, aunque solo uno de los seis miembros del equipo de trabajo actual de Vicus Albus puede presumir de ser vicalvareño de cuarta generación –“hasta mis bisabuelos eran del pueblo”, comenta orgulloso mientras busca un documento en los archivos- todos ellos se sienten completamente ahumados –sobrenombre por el que se conoce popularmente a los vicalvareños-.
Luces y sombras
Para Valentín, una de las fechas más “negras” de la historia del distrito fue el 20 de octubre de 1951, momento en el que el antiguo municipio de Vicálvaro se anexionó a Madrid, porque:
“Se perdieron tradiciones, recursos, etc. y no se ganó nada hasta que pasaron muchos años”
No obstante, también reconoce que, al igual que la mayor parte de los pueblos que, a lo largo de su historia, han entrado a formar parte de la capital, su evolución ha sido buena.
“Afortunadamente, todo va a mejor”
Y, aunque considera que la situación geográfica de El Cañaveral podría vincularle más al municipio de Coslada que al distrito madrileño, motiva a los vecinos para que mantengan el espíritu luchador de los vicalvareños y “que no dejen de movilizarse para conseguir servicios y equipamientos”.
De hecho, y teniendo en cuenta todas las veces que Vicálvaro ha visto alterados sus límites en mayor o menor medida, solo el tiempo podrá determinar si los actuales y futuros vecinos de El Cañaveral se acabaran convirtiendo en unos ahumados más.
