Quienes hayan visitado El Cañaveral en mayo de este año -fecha en la que llegaron los primeros vecinos del barrio a sus viviendas del residencial Puerta de San Fernando– y hayan vuelto seis meses después, se habrán dado cuenta de que su desarrollo es una realidad más que visible.

Al acceder al barrio por la Avenida Blas de Lezo –que lo comunica directamente con la M-45 y con el municipio de Coslada-, se observa que las oficinas de venta de las promotoras han pasado de ser apenas tres o cuatro a superar la docena. Un hecho que, tal y como corroboran varios de los comerciales, confirma la apuesta de las constructoras por el barrio y el éxito creciente en la venta de viviendas.

Barrio con oportunidades

“El Cañaveral es por fin un barrio de Madrid y hay que integrarlo y conocerlo como tal”, indica el vicepresidente de la Federación de Cooperativas de la Comunidad de Madrid (FCVCAM), Juan Casares, quien, además, mantiene que se presenta como “la mejor oportunidad para quienes buscan vivienda en Madrid capital a un precio asequible”.

Incluso indica que se trata de una de las pocas zonas en las que la oferta y la demanda se encuentran “perfectamente sincronizadas”, lo que permite augurarle un “futuro prometedor” aunque, actualmente, las infraestructuras públicas y los servicios sean aún algo limitados.

Nuevos vecinos

Respecto a esta cuestión, y tal y como especifica el presidente de la Asociación de Vecinos, Carlos García, “lo importante para conseguir más apoyos y que se amplíen los servicios y equipamientos es que se vayan instalando más familias”. Un deseo se hará realidad próximamente gracias a que el residencial Espacios del Este ha empezado a entregar las llaves de cerca de 200 viviendas y, por tanto, espera recibir muy pronto a sus primeros vecinos.

En estos seis meses ha nacido el primer bebé en El Cañaveral, se han celebrado las primeras fiestas en la piscina, han comenzado las obras del parque industrial y, sobre todo, ha llegado el autobús. Un hecho que desde la Asociación de Vecinos consideran todo un logro, sobre todo teniendo en cuenta que aún falta gran parte del barrio por recepcionar.

«Falta habilitar calles de promociones que ya están muy avanzadas, pero no perdemos la esperanza”, afirma García. Y tal es su interés por hacerse visibles que incluso han creado un plano de situación a través de un foro comunitario para que tanto los propietarios como los interesados en el barrio puedan seguir la evolución de la zona.

Objetivos para el futuro

Porque esperanza e ilusión son precisamente las emociones que se perciben al pasear por las calles de El Cañaveral o al preguntar a los vecinos seis meses después. “A ver si abren la primera tienda pronto”, comentan unos; “lo más importante es la farmacia, que ya tiene el local adquirido”, dicen otros; “lo que tenemos que conseguir es la escuela infantil, que hay muchos niños”, justifican quienes son padres.

“Nos encantan Coslada o Vicálvaro, pero queremos que nuestro barrio disponga de todos los servicios”, determinan desde la Asociación de Vecinos. No en vano, y como ya han estado haciendo en estos seis primeros meses, su objetivo es seguir mostrando su realidad para que tanto los organismos públicos como diferentes entes privados consideren El Cañaveral como el barrio con mayores posibilidades de la capital.

Suscríbete a nuesto Boletín